Sr. Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero

Sr. Ministro de Asuntos exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos

El día 4 de junio le hemos solicitado, como Presidente del Gobierno y como Presidente de turno de la Unión Europea, que exigiera al Gobierno de Israel el libre acceso del barco Rachel Corrie a Gaza, como gesto para terminar con el bloqueo marítimo de Gaza.

Ante la urgencia de evitar que Israel cometiera de nuevo un asalto a un barco –en este caso europeo- con ayuda humanitaria y que la Unión Europea fuera cómplice de nuevo con su silencio de este atropello, nos hemos encadenado a la Delegación del Gobierno en Barcelona los días 4 y 5 de junio y, a pesar de los intentos de desalojo, hemos mantenido nuestra presencia ininterrumpida durante 30 horas.

A las 19h del día 5, nos hemos incorporado a la manifestación contra la impunidad de Israel, impunidad que le otorgan las más amplias denuncias hasta ahora pronunciadas mundialmente, pero que sin embargo no van acompañadas de sanciones:, indicando, así, que de facto, el Gobierno de Israel tiene carta blanca para continuar violando sistemáticamente la legalidad internacional.

Cuando ha llegado la manifestación cerca de la Delegación del Gobierno nos hemos abrazado con Laura Arau y Manuel Tapial, cooperantes que arriesgan su vida y luchan por el derecho internacional y contra las causas políticas y bélicas de la pobreza, de los cuales nuestro país y su Gobierno debería estar muy orgulloso y contra los cuales ustedes no deberían aceptar ningún ataque ni insulto -y mucho menos de un embajador, que deberían expulsar inmediatamente-.

Hemos decidido parar nuestra acción, a pesar de no haber conseguido que el Rachel Corrie llegara a Gaza y rompiera el inexplicable bloqueo marítimo contra 1,5 millones de personas, que sufren desde hace más de 40 años! Uno de los motivos ha sido el anuncio del Ministro Sr. Moratinos de que la Presidencia Española de la UE presenta una iniciativa al Consejo de Política Exterior para que se levante el bloqueo también naval de Gaza. Solicitamos que con la máxima urgencia hagan públicos los términos de esta iniciativa que, in extremis, quizás puede conseguir salvar el rotundo fracaso de su mandato referente al avance en el proceso de paz.

En el caso que, una vez más, sólo sea una declaración sin contenidos y sin resultados, para salir del paso, reemprenderemos nuestras acciones ciudadanas noviolentas para que la historia no nos juzgue por nuestro silencio y nuestra complicidad. Nos da vergüenza ser ciudadanos de un país y de una Unión que, siendo abanderados del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos, no hace nada efectivo para evitar su persistente violación por parte de Israel.

Esperamos, Sr. Zapatero, que una vez comprobada la ineficaz llamada a la “profunda reflexión por parte del Gobierno de Israel” que realizó hace unos días, decida ejercer su presidencia y defienda hasta el final la iniciativa de acabar con el sitio de Gaza. Si lo intenta y no lo consigue con la Unión Europea, siempre le queda, como presidente del Gobierno, empezar una escalada de presión: 1. Expulsar al embajador; 2. Aplicar la legislación española y dejar de vender armas a Israel. 3. Dejar de comprar armas a Israel; 4. Declarar y promover el embargo internacional de armas a Israel – como se le aplica a Palestina -; 5. Denunciar los tratados comerciales con Israel.

Si una vez más, ustedes, nuestros gobernantes no defienden la legalidad internacional, seremos los ciudadanos los que ejerceremos nuestros derechos de dejar de comprar y dejar de invertir en aquellas empresas israelíes o españolas cómplices del Régimen de Apartheid que Israel aplica en Palestina; los que dejaremos de votar a aquellos partidos que, con su silencio y con su inacción, son cómplices de estos crímenes y no aplican sanciones y embargos.

Se acabó el tiempo de las palabras si estas no van acompañadas de acciones concretas de presión. No más dilaciones, no más pasividad. Actúe Sr. Zapatero: no sólo la historia, sino el presente, le juzga ya, porque conociendo lo que sucede, y pudiendo hacer algo, no está haciendo nada efectivo, a la altura de su responsabilidad, para evitarlo.

Cordialmente

Martí Olivella

Maria del Mar Fernández